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jueves, 17 de febrero de 2011

Po y hun de los manchúes.


Peinarse con coleta y afeitarse la parte frontal de la cabeza era algo obligatorio en la China manchú, bajo pena de muerte. El pánico se extendió cuando algunos cortaron las coletas para robar las almas.

De acuerdo con el pensamiento tradicional chino, el alma humana tiene una existencia precaria y es vulnerable al robo y a la pérdida. Se piensa que cada persona tiene dos almas: po, que rige funciones físicas, y hun, que gobierna la mente y el corazón. El alma hun puede apartarse del cuerpo en ocasiones, por lo general cuando una persona duerme o está en un estado hipnótico. Si no puede regresar al cuerpo, la persona enferma, enloquece o muere. Los demonios o los espectros pueden apoderarse del alma hum errante y extraerle su esencial vital. Los seres humanos malvados también pueden robar el alma, casi siempre mediante la magia o los hechizos o recortando figuras humanas de papel llamadas maniquíes.

En 1768, una oleada de robos de almas se extendió por el centro de China. Los pordioseros y los monjes eran acusados de cortar el cabello de las coletas de los hombres para insuflar sus almas a los maniquíes. Los hombres enfermaban y morían mientras los maniquíes cobraban vida al ser rociados con la sangre humana; después se dedicaban a robar a otros sus posesiones. En la provincia de Zhejiang un hombre intentó robar las almas de sus dos sobrinos. Escribió sus nombres en unos pedazos de papel y pidió a un trabajador que los clavara en los pilotes de un puente que estaba siendo reparado, pero el trabajador lo denunció y el hombre recibió 25 azotes por intentar robar almas.

Seis años antes de este incidente, según testimonios chinos de la época, un monje mendicante fue condenado por hechicería, al robar almas cerca de Nanjing. Sesenta años antes, se decía que 11 niñas de corta edad habían muerto en Zhejiang cuando les fue chupada su esencia corporal vital. Las autoridades culparon a un hombre de 70 años de edad y lo sentenciaron a muerte, rebanándolo lentamente.

Los pordioseros y los monjes fueron exculpados finalmente del delito de robar almas. Sin embargo, ni esto pudo acallar el viejo temor que latía en los corazones de la gente.

miércoles, 16 de febrero de 2011

El vuelo de las brujas.

Los extravagantes seres de Arthur Rackham no se parecen a las hechiceras de los días de las cacerías de brujas. Se creía que volaban gracias a un ungüento.


Durante una cacería de brujas en la región vascoparlante de Pays de Labourd, Frencia, en 1609, el investigador Pierre de Lancre forzó una conversación extraordinaria de una joven francesa. Bajo tortura, Marie Dindarte, de 17 años, dijo que la noche del 27 de septiembre se untó una sustancia en el cuerpo y flotó en el aire. Declaró que ese bálsamo no podía examinarse pues el diablo lo había ocultado.

En la Edad Media, muchos creían que algunas mujeres cabalgaban "por la noche con Diana, la diosa pagana... a lomos de ciertas bestias... recorriendo espacios inmensos." Durante siglos, la Iglesia cristiana condenó esta creencia, a través del Malleus Maleficarum, e impuso penitencia por ella. Luego cambió de parecer. En el siglo XIII, el papa Alejandro IV dictaminó que la herejía estaba relacionada con la brujería, y en el siglo XVI cualquiera que negara la existencia del vuelo nocturno de las brujas ¡podía ser quemado como una de ellas!

Las diosa de las brujas tenía varios nombres, pero algunos textos se refieren comúnmete a ella como Diana, o Artemisa, la diosa de la Luna. Su templo en Éfeso, en la Turquía actual, fue un centro religioso clave del mundo antiguo. Los sicilianos creían que los jueves por la noche las seguidoras de Diana dejaban sus cuerpos acostados al lado de sis esposos y volaban por la oscuridad, para bailar y solazarse con las almas de los muertos. Aportaban fertilidad y abundancia a las casas bien cuidadas y consumían las ofrendas que se les dejaban.

Estos viajes en sueños era para la Iglesia abominaciones demoníacas. Durante los siglos XVI y XVII muchas mujeres confesaron volar a los aquelarres con el diablo. Los hombres también volaban a veces. En Suiza, las brujas cabalgaban en ocasiones sobre lobos, pero también los enormes gatos negros y las cabras eran populares. gradualmente, los medios de transporte llegaron a incluir objetos como sillas, palas, palos rajados y especialmente escobas frotadas con ungüentos mágicos hechos con belladona, acónito, cicuta y otras plantas venenosas. Se decía que el aceite de estos bálsamos provenía de la grasa hervida de niños no bautizados, o bien de otros robados de sus casas o desenterrados de las tumbas. Los investigadores consideran actualmente que estos vuelos fantásticos se debían a ilusiones provocadas por drogas y a una imaginación muy vivaz.

En 1558, el alquimista Gianbatista Porta descubrió a una bruja ungiéndose y cayendo en trance. Al despertar, ella aseguró que había volado, aunque Porta no vio que se moviera. Otros testigos tuvieron mejor suerte. En 1527, Avellaneda, otro inquisidor que actuaba en la región vascongada, llevó hombres armados a una posada para torturar a una víctima a la hora de las brujas, justo antes de la medianoche de un viernes. La mujer estaba "en una cámara interior; se ungía como acostumbraba con un ungüento ponzoñoso que se usa también para matar gente, y fue hasta una ventana que estaba en lo alto... Entonces pidió ayuda al diablo, que llegó como de costumbre, la tomó y la llevó hasta cerca del piso." Cuando uno de los aterrorizados soldados gritó el nombre de Cristo, la bruja y el diablo desaparecieron. La mujer fue capturada unos días más tarde en otro pueblo. Se presume que el diablo anda suelto todavía.

martes, 15 de febrero de 2011

Kraken o gigantes calamares ...

El kraken es uno de los legendarios monstruos marinos, conocido por los marineros escandinavos, aunque quizá sea sólo un calamar gigante.

"Cosas extrañas se acercaron a nosotros, los amos de la profundidad", es la letra de una vieja canción llamada The Return of the Admiral. Es probable que haya una gran variedad de "cosas extrañas" que aún esperan ser descubiertas formalmente en la profundidad del océano.

Algunas criaturas extraordinarias ya han sido descubiertas y forman parte del repertorio zoológico. Por ejemplo, hoy se sabe que las historias del kraken, un enorme monstruo marino escandinavo, se basan en cuentos con calamares gigantes. Uno de ellos ocurrió el 30 de noviembre de 1861, cuando el cañonero francés Alecton persiguió un enorme animal de color rojo ladrillo. La tripulación lo arponeó a 125 millas náuticas (unos 190 kilómetros) desde Tenerife, en las islas Canarias, pero era tan grande que no pudieron subirlo a bordo. De la punta de sus tentáculos a la punta de la cola, medía 7 metros.

La hidra de muchas cabezas de la mitología griega muy bien pudo haber sido inspirada en informes exagerados sobre pulpos grandes, pero existen pruebas contundentes de que esas enormes criaturas son una realidad inquietante, y no producto de la imaginación. El 30 de noviembre de 1896, los restos de un gran animal marino fueron llevados por las olas a una playa cerca de St. Agustitine, Florida, Estados Unidos. Cuando Addison Verril, profesor de biología de la Universidad de Yale, estudió inicialmente el caso, identificó a un pulpo gigantesco cuyos tentáculos medían hasta 60 metros.

En comparación, los tentáculos de la especie de pulpo más grande del mundo reconocida oficialmente miden unos 7 metros. La afirmación de Verril fue acogida con tanta burla y escepticismo que cambió de opinión y dijo que después que los restos pertenecían a un cachalote, pero se tomaron restos del tejido del cuerpo y se guardaron en la Smithsonian Institution; cuando en 1957 los bioquímicos estadounidenses Joseph Gennaro y Roy P. Mackal analizaron las muestras, descubrieron que la estructura celular y la composición química se asemejaba a las de los pulpos. Parece que, después de todo, la identificación de Verril fue correcta.





domingo, 6 de febrero de 2011

Mitad serpiente, mitad gallo.


Se dice que un basilisco vivía en el priorato de Wherwell, sobreviviendo con una dieta de carne humana. Se le conmemora en una veleta que alguna vez adornó la iglesia parroquial de San Pedro y la Santa Cruz.

Una mirada del terrible basilisco, el legendario híbrido mezcla de serpiente y gallo, significaba la muerte. Como muchos pensaban que la bestia moriría si veía su propio reflejo, se usaba espejos y cristales para matarla. Se dice que los basiliscos se contaron alguna vez entre los animales más abundantes en Inglaterra durante la Edad Media. Edward Topsell escribió en su History of Serpents, publicada en 1608: "A menudo he escuchado relatar con absoluta certeza que una vez nuestra nación estaba llena de basiliscos." Se sabe dos confrontaciones en Essex, Inglaterra, una en Saffron Walden y otra en Horndon-on-the-Hill. En ambos casos la criatura sucumbió ante el método tradicional de erradicación de los basiliscos descrita por Topsell, "por medio del cual sus propias figuras se reflejaban sobre sus mismos rostros". El primero fue muerto por un caballero desconocido armado con una cota de "vidrio de cristal". El segundo fue eliminado por sir James Tyrell, que usaba una armadura con un espejo colocado en el pecho.

Estos horribles reptiles supuestamente eran criados por sapos o serpientes a partir de huevos de gallo, pero el basilisco que vivía en una oscura mazmorra bajo el priorato de Wherwell en el condado de Hampshire, procedía de un huevo de ganso. Al principio los campesinos miraban al basilisco con curiosidad, pero cuando se convirtió en un monstruo que sólo comía carne humana, se ofreció una parcela de tierra como recompensa para quien fuera capaz de matarlo. Algunos murieron en el intento.

Finalmente un hombre llamado Green bajó un espejo de acero pulimentado al escondrijo. El basilisco atacó su propio reflejo hasta caer exhausto. Evitando su fatídica vista, Green mató a la criatura. Se dice que Green's Acres, trozo de tierra en el cercano bosque de Harewood, fue su recompensa. Durante muchos años después del suceso, en Wherwell no se comieron huevos de ganso, y el Museo Andover aún tiene una veleta con forma de basilisco procedente del campanario de la iglesia parroquial.


El Holandés Errante.

Las apariciones del barco fantasma Flying Dutchman se han registrado durante los últimos 400 años. Algunos marineros creían que bastaba con mirar esa embarcación para atraer la mala suerte.

El 11 de julio de 1881, la bitácora de navegación del buque Bacchante de la Armada Real Inglesa, que navegaba muy cerca del Cabo de Buena Esperanza, registra: "Durante la guardia de medianoche, el Flying Dutchman cruzó nuestra proa. Parecía... una extraña luz roja, como un barco iluminado, los mástiles, los palos y las velas... se alzaban libremente." A la mañana siguiente el vigía que vio primero el barco fantasma cayó muerto. El comandante de la flota enfermó de pronto y murió.

El Flying Dutchman ha sido visto en los últimos 400 años. Las apariciones ocurren más a menudo al sur del Cabo de Buena Esperanza. Con el casco negro e iluminado, siempre tiene todas las velas tendidas, aun en la peor borrasca. A veces una voz llama, pero los prudentes no responden, pues con seguridad tendrían problemas. Algunos marineros están convencidos de que el sólo mirarlo significa muerte por naufragio.

Los supervivientes del Joseph Somers relataron que el 29 de febrero de 1857, cerca de Tristan da Cunha, en el Atlántico Sur, el Dutchman navegó cerca de su proa y vieron al capitán, con los ojos cual carbones ardientes y el cabellos blanco ondeado al viento. Una risa fantasmal penetró en la niebla y de pronto su barco estaba en llamas.

Incluso en los submarinos alemanes de la Segunda Guerra Mundial se temía al Dutchman, visto al este de Suez. Según el almirante Karl Dönitz, "los hombres dijeron que preferían la fuerza de la flota aliada del Atlántico Norte al terror con otro encuentro con el fantasma".

El hombre de quien el barco lleva el nombre se identifica como Vanderdecken, un capitán holandés del siglo XVII. La leyenda dice que cuando rodeaba el Cabo de Buena Esperanza, su embarcación fue azotada por una terrible tempestad,y él juró que entraría en Table Bay o se condenaría. Su barco se fue a pique y, por su blasfemia, fue condenado a navegar esas aguas eternamente. Literatos y cineastas han usado la historia. En la ópera de Wagner El buque fantasma, al capitán Vanderdecken se le permite acercarse a la tierra cada siete años para buscar lo único que puede redimirlo: el amor de una mujer.

Otra historia identifica a Bernard Fokke como el capitán, quien, se dice, hizo un trato con el diablo para llegar a las Indias en 90 días. Por eso fue condenado a navegar eternamente las aguas de los cabos del sur. El capitán se encuentra de pie en la cubierta del barco, contando los siglos con su reloj de arena.

Existen varias explicaciones racionales de los barcos fantasmas. la principal es una mala visibilidad y un espejismo. Sin embargo, algunos de los espectros sin duda eran barcos abandonados que flotaban por las rutas marinas, en especial alrededor del Cabo de Buena Esperanza, donde se les llama Cape Flyaaways (Los buques a la deriva del Cabo). Después del decenio de los años treinta de este siglo, cuando fue destruido el último de esos barcos abandonados, el número de apariciones disminuyó notablemente.

¡Un ser de Gesner!


En 1562 se informó que se había visto un monstruo grotesco e inclasificable en el mar, entre Antibes y Niza, según el recopilador de bestiarios Conrad Gesner. Una ilustración mostraba que esta extraordinaria criatura tenía cuerpo ovalado con una cabeza en cada extremo, doce patas y una larga cola que salía de la región nasal de una de las cabezas. Cada una de las patas tenía tres o cuatro dedos con garras, y la cola tenía una larga aleta emplumada en la punta. Una de las cabezas parecía la de un jabalí salvaje, con colmillos, ojos, hocico y un par de orejas grandes como las de un puerco.

Gesner lo documentó en Zurich, Suiza, en el volumen cuarto de Historiae Animalium, publicado a lo largo de 36 años entre 1551 y 1587. La historia quizá se basa en el descubrimiento del caparazón de un animal marino, deteriorado hasta ser irreconocible.

sábado, 5 de febrero de 2011

Sir Richard Capel y los sabuesos del infierno.



El siniestro sabueso de los Baskerville, el la historia de Conan Doyle, fue inspirado por las leyendas de los perros fantasmas o sabuesos del infierno.

Una noche tormentosa de 1677 murió sir Richard Capel, el hacendado de Brooke Manor, Buckfastleigh, en Devon, Inglaterra. Según la leyenda, los sabuesos de The Wild Hunt (partida de caza fantasmal) ladraron toda la noche alrededor de la casa, esperando su alma.

Otra versión dice que sir Richard, conocido por perseguir a las jóvenes y mantenerlas prisioneras en la cercana Hawson Court, fue perseguido por los Wisht Hounds por todo Dartmoor hasta que cayó muerto. Los Wisht, Wish o Yeth (Heath) Hounds eran la jauría fantasma que acompañaba a The Wild Haunt, y se decía que sus ladridos podían oírse en los parajes más desolados.

Uno de sus lugares predilectos era la zona conocida como bosque de Wistman, cuyo nombre- como el de los sabuesos -quizá proceda de una palabra originaria de Devon que significa "sobrenatural". El nombre lo inspiraron la soledad y la apariencia misteriosa de sus retorcidos robles centenarios, cubiertos de musgo.

Para tener la seguridad de que no "caminaría" después de morir, sir Richard fue enterrado a gran profundidad fuera del pórtico sur de la iglesia de Buckfastleigh. Se colocó sobre él una pesada tumba-altar y encima de ella un pequeño mausoleo. Éste tiene una reja de hierro macizo en un costado y, en el otro, una puertecita de roble con una enorme cerradura. con el correr de los siglos, la figura de sir Richard se convirtió casi en la de un vampiro, y hasta el decenio de los setenta de este siglo, los niños daban trece vueltas alrededor del mausoleo y se desafiaban entre sí para meter un dedo dentro de la cerradura y sentir si sir Richard les mordisqueaba la punta.

Es probable que sir Richard sirviera de inspiración para el vil personaje Hugo de la novela El sabueso de los Baskerville, de sir Arthur Conan Doyle, quien situó la historia en Dartmoor y combinó la leyenda de sir Richard con la idea de un perro negro fantasma, de la misma tradición mitológica que los Wisht Hounds.

Dartmoor simboliza las leyendas de los sabuesos fantasmas. Una de ellas cuenta que un campesino cabalgaba hacia su casa una noche. Al pasar por un círculo de piedra, fue sorprendido por una silenciosa jauría de sabuesos fantasmas. Pidió al cazador que iba con ellos parte de su caza. "¡Tome eso!", gritó el cazador y le arrojó un fardo. Cuando el granjero lo desenvolvió en su casa, halló el cuerpo de su hijo.

Esta triste historia también se cuenta en Alemania, donde se dice que The Wild Hunt se apodera de las almas de los niños no bautizados. En Dartmoor también se cree que los Wisht Hounds buscan estas pequeñas almas cuando recorren el llamado camino de Abbot, aterrorizando a las ovejas y a los potros salvajes.

Pitágoras.



Pitágoras llevó a cabo numerosos experimentos para establecer los intervalos de la escala musical.

Lo conocemos como un famoso filósofo y matemático griego del siglo VI a. C., pero él aseguraba que alguna vez fue Etálides, hijo del dios Hermes, y había renacido como Pitágoras después de varias vidas. sostenía que cuando Hermes le ofreció que eligiere cualquier don, salvo la inmortalidad, él escogió la de recordar todo lo que le pasara vivo o muerto.

La vida de Pitágoras está rodeada de leyendas. Nació supuestamente con un fémur de oro, en la isla de Samos. Probablemente estudió en Egipto y Babilonia. Alrededor del 530 a. C. se estableció en Crotona, una colonia griega al sur de Italia, y fundó una sociedad religiosa abierta a hombres y mujeres. Sus miembros tenían que seguir estrictas reglas, la más famosa de las cuales era la prohibición de comer habas. Tras una conspiración en su contra, el sabio se retiró a Metaponto, también en Italia, donde murió.

Además de desarrollar su famoso teorema sobre el triángulo rectángulo, Pitágoras creía que los números, especialmente los diez primeros, poseían propiedades místicas. Descubrió las relaciones numéricas que gobiernan los intervalos de la escala musical, y sostuvo que las distancias de la Tierra al Sol, la Luna y los planetas estaban regidas por las mismas relaciones. Por lo tanto, afirmó que los planetas estaban en armonía y denominó a esto "la música de las esferas". Interpretó el universo por medio de números: los pares eran malignos porque eran infinitamente divisibles; los nones eran divinos. Esta creencia persistió tanto en la magia como en el misticismo, así como en la costumbre de repetir oraciones un número impar de veces.

Pitágoras introdujo entre los griegos la idea de la reencarnación. creía que las almas podían trasmigrar a los humanos, los animales o las plantas. La purificación - alcanzada con el estudio de la naturaleza - podía romper el ciclo.

La activa escuela de la filosofía pitagórica duró sólo cerca de 150 años; no obstante, algunos filósofos posteriores conservaron muchas de las enseñanzas de Pitágoras. La influencia de sus ideas continúan hasta nuestros días.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Un fantasma en alta mar.




En 1967, el James V. Forrestal sufrió un incendio en cubierta que causó la muerte de 134 marineros. Uno de ellos, apodado "George", regresó como fantasma, hasta que se fue.



En junio de 1967, el portaaviones estadounidense James V. Forrestal zarpó de Norfolk, Virginia, hacia las aguas de Vietnam. Allí, luego de cinco días de combate, se declaró un incendio en la cubierta de aterrizaje que causó la muerte de 134 tripulantes. Life, la revista más popular de Estados Unidos, informó que en "cinco minutos todos fueron uno". Lo que Life no pudo predecir fue que, después de veinte años, uno de los fallecidos volvería convertido en leyenda urbana.

Por consiguiente, este ser fantasmal fue llamado "George" y sus historias son innumerables y misteriosas. Se dice que un cabo de mar enloqueció al ver una mano, ennegrecida y quemada, que se materializaba desde el mamparo. Un bombero que había arrojado sus herramientas en cubierta las encontró luego alineadas, sin que cerca hubiera alguien a quien darle las gracias. Un cocinero se negó a bajar al congelador donde almacenaban el helado, porque unas luces parpadeantes y una palmada en el hombro lo habían alejado de allí. Muchos de los que murieron en el incendio fueron conservados en esa misma cámara frigorífica.

Los escépticos atribuyen los informes a simples accidentes y a la histeria, pero Steve Paretti no está convencido: técnico de caldera de tercera clase, su único encuentro con George fue en 1990. Estaba en la sala de máquinas cuando oyó un sonido de gotas en el rincón. Al acercarse a indagar, vio que la manguera contra incendios se elevaba desde la rejilla. Un bombero que trabajaba en la sentina también lo vio. De pronto, el secador de mano que se hallaba sobre el lavabo se activó y los dos hombres huyeron hacia arriba. De inmediato comentaron el incidente. "Atribuyéndoselo a George", les dijeron.

El portaaviones dejó de funcionar en 1993 y este famoso fantasma George pudo finalmente descansar en paz.

martes, 1 de febrero de 2011

Las brujas de Chelmsford.


En 1589, en el tercer juicio de brujería en Chalmsford, fueron ahorcadas tres mujeres por hechicería: Joan Prentice, Joan Upney y Joan Anny. [ En la imagen aparecen con sus familiares, los cuales son demonios].

No obstante, el primer juicio inglés sobre brujería y que alcanzó gran importancia tuvo lugar en 1566 en Chelmsford Assizes, Essex. Sucedió después de que el parlamento de Isabel I aprobase, en 1563, la ley de brujería, que hacía más rigurosos los castigos por invocar espíritus malignos. Tres mujeres del poblado de Hatfield Peverel fueron acusadas de maleficium y del uso de un familiar común. Los proccesos se registraron en un panfleto contemporáneo, un chapbook o relación.

Elizabeth Francis fue acusada formalmente de embrujar el niño William Augur y volverlo cojo. Fue considerada culpable y sentenciada a un año en prisión. Durante el juicio confesó libremente a un posadero otras actividades, incluyendo relaciones sexuales antes del matrimonio, aborto y asesinato. Explicó que recibía ayuda y era incitada por su familiar parlante, Sathan, un gato grande moteado de negro, regalo de su abuela, quien le había aenseñado brujería desde pequeña. Elizabeth había pedido a Sathan que la ahiciera rica "y el gato inmediatamente trajo varias ovejas a su patizal hasta contar dieciocho, negras y blancas".

Agnes Waterhouse fue procesada y ahorcada por embrujar a William Fynee hasta matarlo. En su juicio confesó otros crímenes que involucraban al familiar de Elizabeth Francis, quien, harta de Sathan, se lo había regalado a Agnes, para que le saacara provecho. Disgustada con la viuda Gooday, Agnes pidió a Sathan que ahogara a su vaca, y lo recompensó con su sangre, pan y leche. Sathan mató al ganso de otro vecino, y echó a perder la mantequilla de un tercero. En el tribunal, el carcelero despojó de su pañuelo a Waterhouse y mostró las marcas de su cara, donde supuestamente había succionado el gato.

Joan Waterhouse, hija de Agnes, que entonces tenía 18 años, fue declarada inocente de hacer que Agnes Brown, niña de 12 años, quedara tullida del brazo y pierna derechos. El testimonio de Agnes también se refería a Sathan, que había adoptado la forma de un perro negro con cara de mono, cola corta y un par de cuernos en la cabeza. Este perro llegó con la llave de la lechería en el hocico pidiendo a Agnes mantequilla. Ella se negó y siguió rehusándose, aunque el perro volvió varias veces con la misma exigencia. Por último regresó con un cuchillo en el hocico amenazando con matar a la poco cooperativa muchacha.

Hubo otros juicios de brujería importantes en Chelmsford en 1579, 1589 y 1645, pero los caso de 1566 fueron los primeros en los que un tribunal admitió evidencias espectrales, pruebas sin apoyo de las acusadas, el descubrimiento de marcas y, lo más importante, el testimonio infantil.