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sábado, 12 de marzo de 2011

Inquisición en España.

En su intento por eliminar la herejía de Europa, la Iglesia Católica permitió el uso de la tortura para aterrorizar a los sospechosos y provocar confesiones.

Uno de los juicios más famosos de la Inquisición española fue el seguido contra la clarividente Lucrecia de León. Nacida en Madrid en 1568, tuvo visiones desde su más temprana niñez. Más tarde recibió ayuda financiera y aliento de amigos influyentes. Lucrecia predijo con exactitud la derrota de la Armada Invencible española, así como la muerte de algunos jefes militares. Luego anunció que el rey Felipe II iba a ser asesinado delante de las murallas de Toledo. Como nada ocurrió en la fecha que dijo, la Inquisición la detuvo, y también a los que la apoyaban. Lucrecia fue azotada brutalmente y condenada a servir durante dos años en un hospital para niños menesterosos en Toledo.
Aunque la Inquisición católica española era considerada por algunos demasiado débil con respecto al tratamiento de la brujería -iniciado desde 1478 hasta su fin en 1834 con unos 25 españoles quemados en la hoguera-, alardeaba contra los inconformes, los judíos, los reformistas y las clases ilustradas de la época. Las actas muestran que 114.350 españoles fueron juzgados por una multitud de pecados, delitos y conducta desviada.
Las persecuciones empezaron a principios del siglo XIII, cuando la Iglesia de Roma constituyó un cuerpo inquisitorial para combatir la herejía. En 1255 la Iglesia permitió formalmente que se utilizara la tortura como arma contra los males que más tarde la Inquisición estaría destinada a erradicar.
El rey Fernando y la reina Isabel de España obtuvieron en 1478 el consentimiento del papa Sixto IV para nombrar inquisidores eclesiásticos. Su papel principal era perseguir a los judíos conversos al cristianismo, y luchar contra la herejía imperante en el seno de la Iglesia. Los procedimientos admitidos eran particularmente estrictos y propensos a la corrupción. Por ejemplo, se necesitaba sólo un denunciante para instruir proceso a un acusado. Los conversos solían ser acusados de haberse declarado falsamente cristianos, aunque uno de los cometidos iniciales de la Inquisición española fue exterminar a los judíos que no se convertían al cristianismo.
El primer inquisidor general fue Tomás de Torquemada, quien persuadió al rey y a la reina para instruir en España el Santo Oficio de la Inquisición en 1483. Cumplió su cargo con una despiadada crueldad y fue responsable de aproximadamente 2.000 incineraciones y de la expulsión de miles de judíos. Torquemada fue uno de los personajes más notables de este capítulo funesto de la historia española

3 comentarios:

  1. Que bestialidad! en ese momento de la historia no existia la empatia en ningun sentido.

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  2. En este momento de la historia la Iglesia Católica dirigía el mundo con puño de hierro. Dirigió siete cruzadas de las cuales al menos dos de ellas fueron protagonizadas por niños que al final, acabaron o masacrados por los sarracenos o vendidos como esclavos por todo el este del Asia Oriental y Extremo Oriente.

    En cuanto a la Inquisición, no hay duda de que fueron la figura predecesora de la gestapo alemana. Quizás los torturadores más creativos y más sádicos que ha tenido la historia. Prueba de ello son la famosa "Doncella de Hierro","Cuna de Judas" y "El potro".

    De hecho hace tiempo (cuando fui socorrista) ley un libro que se llamaba "El Inquisidor". Que bueno, el protagonista era un oficial de la Inquisición que tenía que investigar la muerte de un abad (Uno de esos muchos libros de investigación de monjes de la edad media que repiten hasta la saciedad la fórmula poco original de "En el nombre de la Rosa") En cualquier caso, aunque estaba ambientada en Francia, y por tanto, eran más blandos que en España, seguía siendo terrible. Contaba que conseguía hacer convencer a los reos y presos torturados y hambrientos hasta el punto en que incluso se creían de verdad sinceramente y al cien por cien que habían cometido esos crímenes. En pocas palabras: Acababan con el cerebro lavado.

    En fin, lo dicho que en la historia hicieron mucho daño, y bueno, no quemaron a tantas brujas. Pero tendríais que ver a cuantos indígenas e incas acabaron por dejar pasar por las brasas... y a los que se convertían: Garrote Vil. Muchos se bautizaban con la esperanza de cambiar el fuego por la otra muerte aún menos terrible y dolorosa.

    En fin, en cuanto a Torquemada, me ha recordado a una canción ya algo viejilla del grupo Avalanch, en su buena época claro está:

    http://www.youtube.com/watch?v=juCDuft3DD0

    En fin Ángelo, gracias por el artículo. ¡Está brütal!

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  3. Que monstruos fueron en aquélla época. Mosntruos de villanos, no de guays xDDDDD.

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