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sábado, 14 de julio de 2012

Uri Geller.


El israelí Uri Geller pudo demostrar sus facultades psíquicas más notables desde una edad temprana. Sus hazañas de doblar cucharas lo convirtieron en una celebridad internacional.


El controvertido Uri Geller puede ser el mejor psíquico del siglo XX o uno de sus grandes charlatanes. Nació en Tel Aviv el 20 de diciembre de 1946 y según cuenta la leyenda, su capacidad para dominar la mente y doblar cucharas de metal ( el efecto "Geller") surgió a los cuatro años. El israelí era relativamente desconocido hasta 1972, cuando un paranormalista estadounidense, Andrija Puharich, lo presentó con los físicos Russell Targ y Harold Puthoff en el Stanford Research Institute de California.

Después de extensas pruebas, Targ y Puthoff quedaron impresionados por el aparente don de visión remota de Geller, su capacidad para percibir información clarividente desde lejos. Se dice que lee las mentes, que dobla llaves y otros objetos de metal con solo tocarlos o mirarlos y que puede hacer que las maquinarias se detengan o funcionen a través de la telepatía. Sus poderes pronto lo convirtieron en una celebridad invitada a actuar en todo el mundo.

Entre los críticos más clamorosos de Geller se encuentra el mago profesional James Randi, ex miembro del Comité para la Investigación Científica de Casos Paranormales (CICCO), quien asegura que las hazañas de Geller no son otra cosa que trucos sofisticados que el mismo Randi ha imitado. Sin embargo, quienes creen en las facultades de Geller señalan hechos que desafían toda explicación racional. En el decenio de los setenta de nuestro siglo, Roy Stockdill, veterano fotógrafo del periódico de Londres News of the World, aceptó el ofrecimiento de Geller de fotografiarse a sí mismo con una cámara con la lente cubierta. Stockdill aseguró con firmeza la lente de su propia cámara y observó con atención cuando Geller se sentó frente a ésta. Cuando revelaron la película, entre la mayoría de los negativos en blanco había varias imágenes de Geller bastante claras para que las imprimiera el periódico.

Desde entonces, Geller se ha dedicado también a la rabdomancia, proceso que consiste en pasar las manos ssobre un mapa en busca de yacimientos minerales, desde carbón o petróleo hasta oro. Trabaja con ingenieros, geólogos y hombres de negocios que le pagan altos honorarios por consulta. Sea lo que sea, un mago o un psíquico, sus talentos le han sido de mucha utilidad. Actualmente reside en una mansión junto al río Támesis, en Sonning, Inglaterra.

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